Han sido sólo cinco días, pero el Sevilla ha pasado de tener la moral por las nubes y creerse capaz de ser el campeón de la otra Liga, es decir quedar tercero, a empezar a pensar que la competición europea es más que complicada y mirar de reojo la liga particular con el Real Betis, extremo en el que no se había detenido en los últimos ocho años.
Y todo ha sido en menos de una semana, ya que pasado el minuto 20 de la primera parte del partido del lunes ante el Getafe, con el golazo de chilena de Negredo, en el Sevilla se las prometían muy felices y les salían a la perfección las cuentas de la lechera. En aquel momento, el Sevilla encadenaba una buena racha de resultados (con la derrota aislada en San Mamés) y los marcadores de la jornada le habían sido más que favorables.
El "bochorno", como lo definió Del Nido, en la segunda parte ante el Getafe y el empate ante el Levante, escenificando que ni la suerte está de cara con el penalti fallado por Negredo al final, le ha cambiado completamente el objetivo a los andaluces. Ahora, incluso la Europa League parece una tarea más que complicada por la gran cantidad de equipos que están en la pelea y en la que, por ejemplo el Levante, le saca tres puntos más el golaverage.
Pero no sólo eso. Ahora, el calendario se ve más negro si cabe. La visita al Bernabéu el domingo de Feria, donde los de Mou pueden cantar el alirón ante su público, no ponen el panorama nada optimista. Además, con jugadores tocados y dos bajas importantes: Medel y Manu.
Por eso, aunque no se vaya a decir públicamente, en el Sevilla se mira de reojo esa liga particular con el Betis, que hacía años que no se tenían en cuenta. El derbi puede ser la puntilla para una temporada aciaga que el propio Del Nido calificó como "fracaso absoluto" si no se consigue entrar en Europa.
Por contra, la victoria en el derbi, además de un empujón en la clasificación, otorgaría a la afición la única gran alegría de este año. Parece un bagaje pobre para un equipo que no pensaba en eso cuando comenzó el año.
De Marca.com
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