El Real Madrid no estará solo en el Allianz. Intentando enfriar el infierno alemán estarán cerca de 4.000 aficionados del equipo blanco que empezaron a teñir ayer mismo las calles de Múnich. Durante el último año, Mourinho ha venido pidiendo el apoyo de la afición y en esta semifinal se va a encontrar con la mejor respuesta posible, tanto en el Bernabéu para el partido de vuelta como esta misma noche en las gradas del Allianz Arena.
El Real Madrid puso casi 3.000 entradas a la venta para sus socios la semana pasada y se vio obligado a hacer un sorteo tras la gran demanda de localidades, que superó todas las expectativas en el club blanco.
El grueso de la afición llegará durante el día de hoy a Múnich y se dejará caer por la Marianplatz, centro neurálgico de la ciudad y punto de encuentro de las aficiones cuando rinden visita al Bayern. Ayer por la noche, fueron ya muchos los aficionados que lucieron sus camisetas y bufandas del Real Madrid por la ciudad, pero será hoy cuando Múnich se tiña definitivamente de blanco. Ni la lluvia ni el frío —se esperan cuatro grados a la hora del partido— parecen amedrentar a los aficionados del Real Madrid, ansiosos por romper el gafe en el campo del Bayern.
Lógicamente, los blancos serán mayoría y se harán sentir durante la mañana, porque a la hora del partido parece difícil que silencien a los 75.000 aficionasos del Bayern que sueñan con disputar la final en su estadio el próximo 19 de mayo. Los jugadores del equipo alemán han hecho un llamamiento a su hinchada y en el Real Madrid saben que les espera un auténtico infierno.
En el club se mostraban ayer muy satisfechos con la respuesta de los aficionados madridistas, que han protagonizado uno de los desplazamientos más importantes y masivos para un partido que no es una final.
Destacar, además, que muchos jugadores han viajado a Múnich acompañados por sus familiares, que no quieren perderse el que hasta la fecha es el partido más importante de la temporada.
De Marca.com
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