miércoles, 26 de octubre de 2011

El partido que hizo llorar a Zidane

El 7 de mayo de 2006, Zidane se fue llorando del Bernabéu. No fueron lágrimas de rabia, como las que derramó tras la final del Mundial de Alemania, apenas unas semanas después, sino de agradecimiento. Zidane se despedía de Chamartín emocionado por el cariño de una afición que apuró hasta el final el talento de un futbolista irrepetible.

Aquella tarde, Zidane fue titular. El Madrid que él hizo campeón de Europa penaba por la Liga, desplazado por el Barça de Ronaldinho, pero no sólo: el Villarreal, que ese año rozó la final de la Champions -aquel penalti fallado por Riquelme en la semifinal ante el Arsenal- también le tuteaba. De hecho, aquella tarde pudo ganar en el Bernabéu -donde nunca lo había hecho, y ahí sigue-, ya que, además de marcar tres goles, estrelló dos remates en los palos.

El Madrid sobrevivió, gracias a dos tantos de Julio Baptista y a uno, de cabeza, obra de Zidane. Apenas salvó un punto -la temporada estaba perdida hace tiempo-, pero Zidane se llevó la mayor ovación de los últimos años en el Bernabéu. Abandonó el césped llorando sin disimulo. En el Madrid fue feliz. E hizo feliz a una afición que, en días como hoy, sueña aún con verle en el césped.

De Marca.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario