"Nunca pude imaginar un mejor comienzo para mi existencia 'post Potter'", así de tajante se muestra Daniel Radcliffe en la presentación de 'La mujer de negro', su primera película tras el fin de la saga cinematográfica sobre el niño mago. Un filme de sustos que lleva el sello de la Hammer, mítica productora de terror de los 60 y 70, y en la que Radcliffe interpreta a un abogado encargado de liquidar una maléfica herencia.
"Nunca fui un gran fan de las películas de terror, pero he de decir que hay algo muy chispeante en esto de estar rodando algo que va a hacer gritar a la gente. Es como un pequeño placer sádico", afirma a ELMUNDO.es el intérprete. "Y a los fans acérrimos de la Hammer les encantará esta película. Todo el mundo ha oído hablar sobre el maravilloso legado de la Hammer, que lo tiene, pero también está este periodo a partir de los 70, en los que la compañía ya no se concentró tanto en hacer grandes películas. Por eso creo que verán esta película como un retorno a sus orígenes".
Y, a pesar de no mostrar ningún atisbo de nostalgia por las películas de Potter, sostiene que su participación en las películas fue uno de los mejores momentos de su vida: "No hay un sitio más divertido que un decorado de cine para un niño de 11 años. Orson Welles dijo que un cineasta tiene acceso a la mejor y más grande caja de juguetes del mundo, y eso es precisamente lo que sentía yo. De hecho, ni siquiera tenía la idea de que estaba actuando".
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